Sudando la camiseta de Kukuxumusu en Kenya

Hoy nos vamos a Kenya. Allí, en la ciudad de Rongai, no muy lejos de Nairobi, un equipo de voluntarias y voluntarios están construyendo una escuela este verano. Han decidido pasar las vacaciones sudando la camiseta en África. Y están encantados.
Las obras no han terminado aún, pero avanzan como estaba previsto. Cuando levantaron la estructura, hace un mes, una de las voluntarias explicaba que la tarima machihembrada que han colocado sobre unas buenas vigas, niveladas y asentadas, servirá “para que ya no se caiga ningún lápiz más por los agujeros del suelo de las aulas”.
Cuando los bichos de Kukuxumusu se enteraron del plan, hicieron las maletas y se largaron con ellos. Un elefante, una jirafa, un mono y un rinoceronte, los más habilidosos, están colaborando en el montaje de la escuela. Aunque a veces meten la nariz donde no deben.
Para los estudiantes que participan en este proyecto, la experiencia está siendo alucinante. Eso cuentan en sus redes. Además, han podido escaparse algún día de excursión hasta los pies del Kilimanjaro, al Parque Nacional Amboseli, para ver de cerca a los bichos de verdad.
La vida en la escuela es muy simple: un pequeño botiquín, calzado cómodo, un saco de dormir, sombrero o visera para protegerse del implacable sol de África… y camiseta o sudadera de Kukuxumusu en color gris, para que los mosquitos no ataquen a los blanquitos.
De momento, la equipación parece que funciona. Aunque lo mejor es el buen rollo que les da saber que están aplicando todo lo que han aprendido en clase a un proyecto que no sólo cambiará la vida a los niños de la escuela, también servirá de modelo para replicar en otros lugares.
El plan es ir construyendo la escuela a base de módulos, conforme van consiguiendo fondos. Así nunca se queda incompleta. También han tenido en cuenta criterios de sostenibilidad para que el edificio sea respetuoso con el medio ambiente.
En este blog puedes ver un montón de fotos y al equipazo de voluntarios que este año han elegido pasar unas vacaciones diferentes. A juzgar por lo que cuentan, les ha merecido mucho la pena.
Si quieres colaborar con este proyecto africano, hay muchas vías para hacerlo. Compartiendo los posts que publican en su Facebook, por ejemplo, (una conocida marca dona un euro por cada post compartido), con una pequeña o grande aportación a través de su página web.
¡¡¡Hakuna matata!!! (que en suajili significa algo así como “no te preocupes, vive y pásatelo bien”).