“Me quito el sombrero ante la labor de Maiti Nepal para frenar la trata de niñas”

El 23 de mayo de 2008, el alpinista Iñaki Ochoa de Olza moría a pocos metros de la cima del Annapurna, el temido ochomil del Himalaya. Siempre quiso devolver a las montañas lo mucho que le habían dado. Por eso sus amigos y familiares cumplieron su deseo creando la Fundación SOS Himalaya. María Climent, una buena amiga de Iñaki, lleva hoy el timón de esta ONG que también se ha sumado a difundir el Buff® solidario de Ayuda en Acción. Acaba de llegar de Nepal, donde ha montado un campamento médico en zonas remotas de montaña en el que atendían a unas 100 personas al día.
Allí ha trabajado junto con el médico y también alpinista de ochomiles, Jorge Egocheaga, en condiciones muy precarias. Basta con ver el video que han publicado en su Facebook, en el que intentan reanimar a un recién nacido tras un parto complicado. Esta historia pone la carne de gallina.
Además, estos días en Nepal ha estado supervisando los trabajos de reconstrucción de 116 viviendas en el valle de Langtang, uno de los más castigados tras el terremoto de 2015.
La cooperación en Langtang nació fruto de una colaboración con otro gran amante de la montaña, Kilian Jornet y su proyecto Summits of my Life. El deportista llegó a Nepal al día siguiente del terremoto, en compañía de Jordi Tossas. Juntos filmaron un documental, ‘Langtang’, con el que recaudan fondos para reconstruir la zona. Y eligieron SOS Himalaya para llevarlo a cabo.
A pesar de los esfuerzos y la ayuda humanitaria, Nepal sigue necesitando mucha ayuda. “Vengo destrozada, sobre todo emocionalmente, lo que he visto allí me ha dejado sin palabras”, nos cuenta María Climent. “Es una destrucción en toda regla. Aquella gente necesita ayuda de verdad, mucha, y organizada”.
Como ella conoce bien Nepal y en Kukuxumusu hemos apoyado la labor de SOS Himalaya, le hemos pedido que nos explique cómo ha encontrado el país un año después de la tragedia y qué le ha movido a participar en la campaña de Ayuda en Acción contra la trata de niñas y mujeres.
Desde SOS Himalaya, al igual que otros muchos montañeros, ya hacéis una labor solidaria en Nepal. ¿Qué os ha movido para apoyar este proyecto de Ayuda en Acción?
Conozco el trabajo de Maiti Nepal, y me quito el sombrero por la labor tan emocionante y maravillosa que hacen, en especial su fundadora, Anuradha Koirala. Nuestra Fundación también ayuda a los más débiles y desfavorecidos, y siempre estoy dispuesta a colaborar con otras personas que hagan lo mismo. Al final, el destino es el mismo, da igual quien haga el trabajo.
¿Has conocido alguna historia parecida a las de las niñas de las que se ocupa Maiti Nepal?
Sí, hace años conocí a una niña que servía en un albergue situado a unos 3.800 metros de altura; su familia la había vendido porque no tenía dinero. Ella tenía que trabajar desde las 5 de la mañana hasta la noche para poderse ganar la cama y la comida. Me dio una pena enorme, pensé hasta en llevármela, pero mi guía, Pasang, me dijo que no se quería meter en problemas… Nunca la olvidaré.
¿Qué ha pasado con toda la ayuda humanitaria que se ha enviado a Nepal tras el terremoto?
El gobierno nepalí mira para otro lado, nunca le ha importado la gente de la montaña y mucho menos ahora. Me indigna que no haga nada para ayudar a su país, que tenga que haber siempre organizaciones no gubernamentales que tiremos para arriba, a veces ya sin fuerzas. Ha recibido billones de dólares de ayuda desde el terremoto y mucha gente no ha visto nada. En el Valle de Langtang, por ejemplo, están abandonados.
Tú pasas buena parte del año en Nepal. ¿Qué te ha aportado ese país, su gente y su cultura?
El pueblo nepalí es extremadamente tranquilo. Sus gentes son muy amables y hospitalarias. Creo que me han aportado paz y tranquilidad. Disfruto viéndoles lo fuertes que son, que sobreviven con muy poco. También me han enseñado a ser más paciente, aquí no hay prisas, y las cosas se viven más en el presente, sin pensar tanto en el futuro.
¿Cómo describirías Nepal para los viajeros?
Debido a su posición, entre dos fallas de dos continentes distintos, Nepal ha estado sometido a lo largo de su historia a continuos movimientos de tierra. El resultado es uno de los países más pronunciados y con mayor desnivel del mundo. Es de una belleza paisajística impresionante.
La imagen de SOS Himalaya es un dibujo de Kukuxumusu. ¿Qué te parece la marca del beso de pulga?
Pues sinceramente muy graciosa, me encantan los personajes que se dibujan, son entrañables y divertidos, y también me gusta mucho el colorido de los diseños. El estilo de Kukuxumusu refleja muy bien lo que somos.
SOS Himalaya fue una idea de Iñaki Ochoa de Olza que se ha materializado en una Fundación que tú diriges. ¿Conocías al montañero?
Yo era muy amiga de Iñaki, y después de su fallecimiento, su familia me ofreció la oportunidad de dirigir la Fundación. Desde entonces me dedico a intentar llevarla de la mejor manera posible.