Los peligros del sexo fuera de la cama

¿Estaba equivocada la madre de José cuando se ventilaba al loco del canto en la cama? ¿No veis que más de la mitad de las luces y sombras de Grey son en una cama? ¿Acaso el Kamasutra se llamaba Sillasutra? Como queremos que vuestro sexo sea placentero, os advertimos de los peligros de tener sexo fuera de la cama (y si ya lo tenéis claro, os ayudamos a hacerla).
En el coche. Peligro de muerte súbita
El coche es un clásico, pero, aunque la DGT lo oculta vete tú a saber por qué, tiene un montón de riesgos. Cambiarás el tacto de la funda nórdica por el peligro de que se te meta el freno de mano por cualquier sitio; si peta la batería, tendrás que inventar algo para que tu seguro mande la grúa al monte; y, a no ser que tengas una limusina, terminarás con lumbociática, tortícolis y calambres varios. Además, en cualquier momento se te puede aparecer un pastor, un runner o el sargento Palomares por la ventanilla.
En la cocina. Riesgo de alergias
El grupo Pereza se equivocaba cuando cantaba “estuviste tan fina follando en la cocina”. Porque si tienes alergia al gluten, los restos de harina de la encimera te amargarán el polvo. También puedes acabar con olor a pescado, se te puede encender la inducción o la Thermomix a velocidad cuchara, o terminar con un tenedor clavado en el culo. Y todo eso, sin contar que luego cuando estés comiendo con tus suegros te acordarás de dónde tenías apoyado esto y aquello. Sin duda, mejor la cama.
En el bosque. No es sostenible
Lo del bosque es muy peliculero pero, salvo Frodo Bolson y Shreck, los orgasmos silvestres escasean. Si te toca abajo, puedes pillar una piedra de cuarzo, feldespato y mica y hacerte polvo la columna. Y, si chillas mucho, contaminas acústicamente la berrea del ciervo y la llamada de la selva. Además, te puede salir una culebra, una alergia, el Yeti, Basajaun o una elfa cabreada, te puede picar un bicho, que ya te lo he dicho, o ponerse a llover. ¿Merece la pena tanto esfuerzo pudiendo retozar en tu camastro?
En un ascensor. Interruptus a la fuerza
Si no sois unos artistas, lo de hacer las cosas de pie se os puede apoderar. Y luego están las apreturas (ni te cuento si sois tres), las prisas, el vecino con la basura, la claustrofobia, un mensajero, la presidenta de la comunidad, Joseba el de Schlinder… El ascensorus interruptus está a la orden del día y quizás no valga la pena tanto esfuerzo para el goce con el roce que puedes tener en cualquier cama.
En el sofá. Se te puede aparecer Jordi Hurtado
El sofá no es una cama, aunque sea sofá cama. Es posible que pongas la cabeza donde tu madre ha estado viendo Sálvame Limón toda una tarde, se te puede clavar la aguja con la que hace calceta tu abuelo o puedes darle sin querer al mando a distancia de la tele y que te salga Jordi Hurtado haciendo preguntas imposibles. Respétate. Pilla la cama con sus cojines, y date el gustazo a placer.
PINCHA SI QUIERES SEXO EN LA CAMA… Y CON KUKUXUMUSU
A nosotros nos da un poco igual, porque tenemos el voto de castidad y solo hacen el amor nuestros dibujos, pero vosotros que sois muy activos deberíais hacernos caso. Si lo vais teniendo claro, echad un vistazo a nuestras almohadas, cojines, fundas nórdicas y sábanas e id deshaciendo la cama.