La primera andaluza que llegó al Everest se pone el Buff por Nepal

Lina Quesada fue la primera mujer andaluza en coronar el Everest en 2008 y reconoce haber pasado los momentos más felices de su vida escalando en las montañas de Nepal. Por eso se siente en deuda con sus gentes y ha querido apoyar el Buff® solidario de Ayuda en Acción y Kukuxumusu.
Esta alpinista sevillana ha conseguido alcanzar cuatro de las 14 cumbres más altas del planeta. En 2005, fue la primera andaluza en escalar un ochomil (Cho Oyu, 2005) y reconoce que, de no haberse hecho un ‘selfie’ con el Everest a su espalda, nadie le hubiera creído. En 2008 llegó al Everest en solitario.
En Kukuxumusu tuvimos ocasión de conocer a Lina Quesada con motivo de otra expedición, en 2009, esta vez junto con otras tres alpinistas andaluzas. Su objetivo era el Manaslu, un ochomil. Les hicimos un dibujo y unas camisetas que vendieron para recaudar fondos. Aunque el Manaslu se les resistió a Lina y a su compañera Ana Morón por problemas de salud, Inma Garrido y Tamara Romero hicieron cima. Las cuatro volvieron sanas y salvas.
Tú has estado en Nepal hasta doce veces. ¿Nos recomiendas visitar ese país, aunque no vayamos a hacer ochomiles?
Por supuesto que lo recomiendo. Yo, que he ido muchas veces, sinceramente lo echo de menos. Sobre todo, por la calidad humana de su gente. No tienen nada y lo comparten todo. Los porteadores, después de un treking, nos invitan a sus casas, nos presentan a su familia… Les gusta que visiten sus pueblos, son gente encantadora.
¿Qué nos encontraremos allí?
Nepal alberga una riqueza cultural extraordinaria, y para quienes nos gustan las montañas y la naturaleza, es el paraíso en todos los sentidos. Las rutas son espectaculares, se puede elegir entre trekings de gran belleza a paisajes extremos, puentes de vértigo que cruzan enormes ríos, collados impresionantes con vistas de 360º del Himalaya, glaciares, morrenas… todo lo que se pueda imaginar.
Y si no te va mucho el deporte de riesgo, ¿qué se puede hacer en Nepal?
También hay rutas para gente a la que le gustan los safaris fotográficos de animales salvajes, pájaros, plantas, geología… Nepal es inmenso y abarca todo tipo de intereses.
Katmandú suena a ciudad mítica. ¿Se puede considerar una ciudad como tal?
Sí, allí te puedes encontrar de todo. Katmandú es una ciudad muy cosmopolita, hay muchísimos cafés, restaurantes de comida típica, librerías con mapas y libros de rutas y fotos, miles de tiendas de ropa y de artesanía. Y en cuanto sales de la ciudad, comienza el contraste, la auténtica vida nepalí y su geografía montañosa.
Después de tanto viaje allí, ¿cómo resumirías lo que ha supuesto Nepal en tu vida?
Los mejores momentos de mi vida los he pasado en Nepal –aunque espero que todavía me queden muchos mejores momentos por vivir–, pero lo cierto es que allí siempre me he sentido feliz y plena, por los paisajes, las montañas y la gente.
¿Qué te mueve a participar en esta iniciativa de Ayuda en Acción?
Creo que es mi deber con ese pueblo que tanto me ha aportado, poner mi granito de arena y ayudar en lo posible. Sé que siempre será poco en comparación con todo lo que tenemos aquí, en nuestra cultura occidental del consumo, el desarrollo y a veces incluso del “despilfarro”.
¿Tan grande es la diferencia entre Nepal y España?
Enorme. Creo que no valoramos todo lo que tenemos. Cuando viajo a Nepal me doy cuenta de la suerte que tengo de vivir en un país más desarrollado y con acceso a todo, a la cultura, el agua, la sanidad, los transportes, las comunicaciones, etc. Allí hay mucho por hacer todavía.
¿Conocías la labor que hace allí Anuradha Koirala y su ONG Maiti Nepal?
No sabía nada de esta ONG en concreto, aunque siempre que he ido a Nepal he visto las grandes necesidades que hay y lo desatendidos que están los niños y niñas, y las mujeres. Se les ve en la calle pidiendo, rodeados de pobreza, sin acceso a la educación o a la sanidad, y se me rompe el corazón.
En todo este tiempo, ¿has tenido contacto con la situación de la mujer allí?
He conocido a algunas chicas jóvenes porteadoras, que llevan las mismas cargas que los hombres, como es lógico, pero algunas de ellas están embarazadas o acaban de dar a luz. Otras, llevan un niño a la espalda y otro de la mano mientras van a trabajar al campo o conducen rebaños de yaks. La mujer no tiene prácticamente acceso a la cultura y así difícilmente podrá cambiar su situación social. En algunos casos no puede decidir su futuro, se le elige un marido o se usa como moneda de cambio, eso sigue ocurriendo hoy día.
Por último, ¿cómo fue la experiencia con Kukuxumusu en aquella expedición al Himalaya que os acompañamos?
Sólo puedo decir que ha sido la mejor camiseta de expedición que he tenido. El dibujo mostraba a la perfección nuestra idea de mostrar a distintas chicas, cada una con su misión dentro del equipo. Fue una camiseta preciosa y mis amigas aún se la ponen desde 2009 que la compraron, casi nada, porque la calidad del tejido y de la estampación son muy buenas.