El grafitero de Kukuxumusu escribe la fiesta
Grafitear la fiesta. Es lo que más nos apetecía este año. Y como entre los dibujantes de Kukuxumusu tenemos desde hace un par de años a un grafitero friki (mira cómo nos dejó el año pasado la fachada de una de las tiendas) le propusimos que escribiera en las paredes de una camiseta su manera de vivir y entender la fiesta.
Jedis, que así se autollama el artista callejero en su otra vida, se calzó sus zapatillas con chorrotones de pintura y el traje de faena, y se fue a buscar inspiración entre muros desconchados, naves desiertas y espacios lúgubres.
¿Cómo imaginaría él la juerga, el desmadre y la explosión de adrenalina? Nos sorprendió con un grafiti laberíntico, una de esas figuras imposibles donde perderse y divagar.
Por si alguien no lo sabe, grafiti viene de la palabra griega “graphein”, que significa escribir. O sea, los grafiteros son escritores callejeros que perpetúan una tradición que viene de siglos atrás. Ya en la Antigua Roma y en Pompeia se hacían grafitis en las catacumbas y en los sepulcros.
Bueno, a Jedis le importa un carajo la historia del grafitismo. Ni siquiera nos dice qué demonios ha escrito en esta grafiesta. A él lo que le mola es pasarse la tarde y parte de la noche con sus colegas escupiendo spray en lugares prohibidos, todo muy clandestino.
Hablar poco, dibujar mucho
Cuando llega por las mañanas a la fábrica de dibujos, suele traer cara de sueño, se tapa la cabeza con una visera que casi siempre es negra y se enfunda durante horas en sus cascos para escuchar música variopinta y ecléctica durante horas hasta que le crujen las tripas de hambre.
Jedis habla poco, dibuja mucho y cada día nos sorprende con unas sneakers diferentes. Nunca lo hemos visto calzarse unos zapatos, el negro es su color de cabecera y a veces se pone unas chaquetas de chándal ochentero que parecen sacadas del trastero de su abuelo.
Hemos transformado la grafiesta de Jedis en una camiseta para hacer la ruta-juerga del verano saltando de fiesta en fiesta, de festival en festival, de concierto en concierto. Es negra oscura porque resiste mejor las resacas, está hecha en algodón 100% súper suave y te sube el guapo aunque estés de bajón.
Este año, si vas a Pamplona por Sanfermin –son de esas cosas que deberías hacer al menos una vez en la vida– puede que te encuentres con más de un friki vistiendo esta camiseta. Los verás a la legua, porque ya sabes que la tradición de ir de blanco y rojo manda en Sanfermin y el negro canta un poco. Y si has llegado hasta aquí leyendo este post, puede que hasta tú la lleves puesta.
¡Que la Fiesta te acompañe!
