Daniel Caverzaschi, ‘el Nadal en silla de ruedas’ ya piensa en Tokyo

Los de Río han sido los segundos Juegos Paralímpicos para el tenista en silla de ruedas Daniel Caverzaschi. Perdió contra el número uno del mundo, el francés Stéphane Houdet, pero demostró que tiene un gran futuro por delante y ya piensa en los Juegos de Tokyo de 2020. “Caerse está permitido, levantarse es obligatorio”, escribía hace días en sus redes. La frase resume su actitud peleona.

El tenista Daniel Caverzaschi es zurdo, como Rafa Nadal.
Caverzaschi está considerado el mejor tenista paralímpico español de la historia y el número 15 del mundo. Mueve su silla de ruedas con tanta agilidad que parece una extensión de su cuerpo. Al igual que sus compañeros del equipo #SeSalen de Liberty Seguros (Alfonso Cabello, Loida Zabala, Ricardo Ten y David Casinos) ha viajado a Río junto con la mascota Wolf de Kukuxumusu. Como ellos, el tenista es un fiera que nunca se rinde.
Nació con la falta de fémur y rodilla de su pierna derecha, pero eso no ha sido un obstáculo para hacer deporte. Ha practicado fútbol, esquí náutico, esquí de nieve… y al final se decantó por el tenis en silla de ruedas, del que es un auténtico as.
Su modelo a seguir es Rafa Nadal, con quien lo comparan a menudo porque es zurdo y comparte con el de Manacor su estilo: jugar liftado, aguantar mucho y llevar al rival al límite. Le llaman ‘el Nadal paralímpico’, y en los Juegos de Río ha coincidido con los jugadores del mundo.
Utiliza una silla de ruedas que es una joya, extraligera y fabricada a su medida. Es su inseparable compañera de competición y cuando viaja la cuida como si fuera su hija.
Es madrileño, sólo tiene 23 años y ya se ha graduado en Economía, y con matrícula de honor, por la prestigiosa Universidad de Warwick, en Inglaterra. Empezó muy jovencito, a los 11 años, sus padres le apuntaban a todo tipo de deportes, y pronto se vio que apuntaba maneras de campeón en el tenis de silla.
En una entrevista junto con su madre, el deportista reconocía y agradecía que en casa le hayan inculcado desde pequeño los valores del esfuerzo, el tesón, el sacrificio… y que eso le ha servido para currarse mucho todo lo que se propone. Lejos de sobrepotegerlo, sus padres siempre le trataron como uno más y le ayudaron a ser lo más autónomo posible.
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